En el Instituto de la Vera-Cruz es de gran importancia formar a nuestro alumnado de manera integral, por lo cual sabemos que las emociones definen el espacio de acciones posibles a realizar y tienen mayor relevancia para facilitar los aprendizajes en la educación: las emociones positivas o gratas permiten a nuestras alumnas acciones favorables para el aprendizaje, emociones negativas o no gratas obstaculizan el mismo.
Cuando consigues que tu alumna se sienta querida y comprendida ya has puesto los mejores cimientos para empezar el proceso de enseñanza , recordando que sin cimientos no hay muros que se sostengan y esto no sólo ayuda a un crecimiento académico sino a un crecimiento personal; ya que cada una de nuestras alumnas se siente valorada no por lo que sabe o hace , sino por lo que es. La primeras edades en los niños tienen gran relevancia en la formación de las personas que llegarán a ser, ya que poseen mayor plasticidad cerebral y por ello aprenden a una velocidad mayor que en los años posteriores, por ello, para nosotros es de vital importancia entregarles desde temprana edad las herramientas para que se sientan queridas y acogidas y puedan tener, como futuras adultas; un desarrollo emocional sano y la oportunidad de crear con facilidad vínculos afectivos y asertivos.
El trabajar el vínculo afectivo dentro y fuera del aula con nuestras niñas, nos ha apoyado en una mejora en la comunicación con las maestras y entre ellas como alumnado, aporta mayor confianza y seguridad a las alumnas, fortalece la autoestima tanto del profesorado como del educando, ayuda a un desarrollo integral a nivel afectivo, social y cognitivo.
Nuestro Instituto busca acompañar a cada una de nuestras alumnas a formarse en resolución de problemas cotidianos por medio de una comunicación asertiva y las acompañamos a resolver los conflictos del día a día de una forma sana y proactiva; evitando que la comunicación se torne conflictiva, propiciando relaciones basadas en la confianza y no en el miedo; tanto con los adultos como con sus colaterales.
Para lograr todo lo anteriormente mencionado, hemos implementado dinámicas y espacios de manera cotidiana y habitual para que nuestras alumnas vayan aprendiendo desde pequeñas de manera natural a nombrar sus emociones, reconocer el origen de las emociones, identificar claves corporales para identificarlas, poder expresarlas, trabajar la empatía y la escucha activa.
Todos los días cada maestra para motivar a las alumnas y estrechar sus lazos afectivos , de manera personal, realiza un afectuoso saludo al entrar a clases y al entrar del recreo; con esto se incita a dar a cada alumna un trato único, además de personal ya que cada niña elige cómo quiere ser saludada por su maestra , señalando la forma del saludo indicada en un cartel que se pone a la entrada del aula, donde vienen varias opciones de saludo ; unas más afectivas y divertidas que otras.
Dentro del aula; la maestra también da un espacio en el día para que las alumnas puedan identificar por medio de un cartel; ¿Cómo se sienten el día de hoy? En el cartel se especifican 6 emociones básicas (feliz, cansada, optimista, triste, confundida y enojada); dicha identificación ayuda mucho a las propias alumnas a hacer un alto en el día y conectarse con su estado emocional, a entender y empatizar con las emociones de sus compañeras y a tener un espacio de escucha activa.
Las maestras titulares, formadoras en la Fe, encargada de seguimiento a alumnas y psicología dan espacios de escucha activa para resolver conflictos que se puedan estar presentando entre compañeras y con sus profesoras y así lograr acompañarlas. Las alumnas conforme van creciendo logran resolver por sí solas sus diferencias y en el momento que ellas requieren algún apoyo buscan citas con sus formadoras y asesoría para llevarlo a cabo.
Se fomenta un clima de confianza donde las alumnas pueden hablar abiertamente de sus emociones. Otro momento sumamente importante, son los espacios de interiorización que se tienen con los grupos, donde también por medio del adulto encargado; se realizan diferentes interiorizaciones con diversos objetivos ( agradecimiento, peticiones, oración) lo cual nos lleva siempre a trabajar la conexión emocional, los vínculos afectivos , la autorreflexión ,la empatía y conciencia de su mundo interior y exterior.
Para el Instituto de la Vera-Cruz es un privilegio acompañar a nuestras pequeñas alumnas en su desarrollo emocional y social.