El ritmo de los días en la “Secundaria Vera” son alegres,  intensos, satisfactorios, agradables, cálidos y de responsabilidad compartida. Como cada año el calendario estaba organizado para vivenciar el ciclo escolar desde el corazón y el intelecto, pero… ¡Sorpresa!, un virus nos cambió la vida; impulsó a  hacer un duelo inconsciente con el “mientras se regulariza la pandemia”. Y este esperar nos ha llevado a experimentar días con sol, noches sin luna, y lluvias refrescantes. Viviendo  una  experiencia nueva con sus respectivos  procesos emocionales y cognitivos de cada ser humano.

¿Recuerdas que cuando empiezas a leer y escribir a veces se cree que no lo lograrás?, o al contrario ¿crees que entre más tarea hagas será rápido el aprendizaje? Sin embargo en el camino entiendes que no es la rapidez ni el cumplimento, sino la tenacidad y el entusiasmo.

El sustantivo entusiasmo procede del griego enthousiasmós, que viene a significar etimológicamente algo así como ‘rapto divino’ o ‘posesión divina’. En efecto, el sustantivo griego está formado sobre la preposición en y el sustantivo theós ‘dios’. La idea que hay detrás es que cuando nos dejamos llevar por el entusiasmo es Dios  el que entra en nosotros y se sirve de nuestra persona para manifestarse.

Esto nos ha impulsado a las y los docentes a… ¡vivir el entusiasmo! En la vocación de compartir y ampliar el conocimiento mutuo, principalmente comprendiendo la sabiduría interior de cada una de nosotras y nosotros, y de cada alumna creyendo en este impulso que hace nuevas y todas las cosas y las personas.

El cambio tan radical, los dobles, triples, o más esfuerzos en asumir roles al mismo tiempo de ser madres, padres y docentes en el mismo horario implicados  dentro de un hogar podemos decir que el “Entusiasmo” nos a dado la fuerza para sonreír, organizar, tener paciencia y humanizarnos ante la realidad de cada una de nuestras alumnas.

En medio de lo que implica el uso de las plataformas digitales en todo su conjunto,  decidimos seguir  el ritmo y aún más, a aumentarlo para atender con cercanía y afecto a todas nuestras niñas. En el llanto, en la zozobra y la sonrisa, vivimos esta pandemia con un compromiso al estilo de Jesús, con amor, esperanza, empatía, flexibilidad, donación, misericordia y firmeza para afianzar el crecimiento del entusiasmo en nuestras niñas también.

¡Nos hemos dado cuenta del gran amor  a nuestro Colegio!

¡Nos extrañamos y aumentamos más el afecto entre compañeras y compañeros!

¡Somos capaces de sostener procesos de aprendizajes a distancia!

¡Valoramos  la presencia atenta y activa  de madres y padres de familia!

En nuestra Secundaria Vera, en el COVID-19 vivimos ¡De corazón a corazón!

¡Llevamos la Verdad con el entusiasmo que poseemos cada uno!